Francisca Henríquez de Rivera

06/11/2008 381 Palabras

Dama española del s. XVII, segunda esposa del IV conde de Chinchón, Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, virrey de Perú (1629-1639). En 1638, tras realizar un viaje por los valles costeros peruanos, enfermó gravemente de fiebres, y su médico, Juan de la Vega, resolvió administrarle un remedio hasta entonces únicamente conocido por los indios, la corteza del árbol de la quina, que, según las noticias que recibió del corregidor de Loja (Ecuador), Juan López de Cañizares, era muy eficaz y empleado por los indios para curar la fiebre intermitente. La medicina surtió efecto y, al curarse de las fiebres palúdicas, la virreina se convirtió en activa propagandista del remedio, al que los españoles denominaron “cascarilla” por tratarse de la corteza del árbol, aunque luego se popularizó como los “polvos de la condesa”. Al parecer, cuando los condes de Chinchón regresaron a España, encargaron el reparto de la quina a los jesuítas, quienes la mandaron a...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información