Recorrido histórico La política exterior de Felipe II de España (1556-1598) presenta a lo largo de todo el reinado una serie de constantes entre las que adquirieron especial relevancia el permanente enfrentamiento, debido a causas tanto políticas como religiosas, con Francia, la rivalidad con la Inglaterra de Isabel I (1558-1603) por el control del comercio atlántico y el largo conflicto que se desarrolló en Flandes tras el inicio de la sublevación de Países Bajos (agosto de 1566); la existencia de estos tres frentes no sólo condicionó todas las relaciones exteriores del rey de España, sino que afectó, de forma más o menos directa, al resto de las potencias europeas, fundamentalmente a las entidades políticas que componían el Sacro Imperio Romano Germánico y a los prineipados y las repúblicas de la península Itálica.