Cuatro cuadernos, con un total de 28 piezas breves para piano compuestas por Frederic Mompou, publicados sucesivamente en 1959, 1962, 1965 y 1967. Unos versos del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, “la música callada, la soledad sonora”, inspiraron al compositor el título de esta obra, de una duración total de una hora y diez minutos aproximadamente, y que está considerada como el compendio de su pensamiento musical. Frederic Mompou incluye este comentario al inicio de la obra: “Esta música no tiene aire, ni luz. Es un débil latir de corazón. No se le pide llegar más allá de unos milímetros en el espacio, pero sí la misión de penetrar en las grandes profundidades de nuestra alma y en las regiones más secretas de nuestro espíritu”. Su propósito era llevar al pentagrama la idea del gran poeta místico español de una música que sea la misma voz del silencio. Una música hecha de una sucesión de silencios partidos por etéreas y enigmáticas notas que...