Guerra de la independencia A raíz de las derrotas del ejército regular frente a los franceses en 1808, surgieron por doquier partidas que organizaron la resistencia local: Juan Martín Díaz, el Empecinado, labrador, practicó la guerra de guerrillas en Cuenca y Guadalajara; el cura Merino agrupó hasta trescientos hombres en tierras de Burgos; Julián Sánchez, el Charro, mandaba doscientos garrochistas de Salamanca; en Cataluña, las acciones del somatén en el Bruc (v. Bruc, Combates de El -) señalan el inicio de la resistencia guerrillera (aunque un bandolero como Josep Pujol, Boquica, antiguo carretero, se puso al servicio de los franceses con sus brivalles), y surgieron jefes de partidas como Franc y Estadella (terrateniente), Maurici Carrió (agrimensor), los migueletes de Manso (molinero de oficio) y de Joan Claros (que intentó ocupar Barcelona, III-1809), los almogávares de Narcís Gay (secretario de juzgado en Girona), el canónigo Rovira, el barón de Eróles y sus voluntarios de Talarn, o Josep Bussons, Jep dels Estanys, hasta que el general Lacy logró coordinar las acciones guerrilleras con las del ejército regular entre 1811 y 1813.