Recorrido histórico El primer cuerpo policial con cierto sentido de permanencia fue la medieval Santa Hermandad, milicia rural voluntaria de métodos tan rápidos y contundentes como crueles, que perduró, aunque de forma testimonial, hasta 1835. Años antes de su desaparición, durante la ocupación napoleónica de España, José I Bonaparte (1808-1813) diseñó y puso en funcionamiento un modelo de policía, con carácter profesional, basado en el que ya funcionaba en Francia. Así, por Decreto dado en Sevilla el 17-IV-1810, España fue dividida en 38 prefecturas, a cuyo frente se situó un magistrado, con el título de prefecto, encargado del Gobierno Civil y de la llamada Policía General, destinada a mantener la seguridad del reino.