Acuerdo de paz firmado el 27-VI-1209 en la ciudad de Valladolid por Alfonso VIII de Castilla (1158-1214) y Alfonso IX de León (1188-1230). Con él, ambos monarcas (suegro y yerno, respectivamente) pretendían poner fin a las disputas fronterizas que venían sucediéndose entre ambos reinos al menos desde hacía dos siglos, y en concreto a la ocupación de diversos castillos fronterizos por Alfonso VIII un par de décadas antes. Así pues, regularon la soberanía de las plazas en litigio de Villalpando, Ardón (provincia de León) y Rueda (provincia de Valladolid), la última de las cuales fue cedida por el monarca leonés a su exesposa, Berenguela de León y Castilla, hija de Alfonso VIII. También declararon una tregua bélica de cincuenta años. Con este acuerdo, se completaba en cierta manera el acercamiento entre ambos monarcas iniciado años antes con la Paz de Cabreros (1306), y se preparaba una futura colaboración para hacer frente a los almohades andalusíes.