El medio físico La aparición de tan singular paisaje de lagunas en un entorno eminentemente árido y seco como es la meseta tabular del Campo de Montiel se debe a la prolongada relación que mantienen en el lugar las aguas y la roca caliza sedimentaria que forma el esqueleto pétreo de la zona. La erosión que sufre la roca calcárea en este enclave es más química que física, es decir, es más por disolución de los componentes calcáreos de la roca caliza que por su arrastre o desgaste físico, sobre todo si se tiene en cuenta que la fuerza ejercida habitualmente por la corriente en este parque natural es escasa, como lo es, a menudo, la cantidad de agua que discurre por él. Tan sólo en algunos años de excepcional pluviosidad, o cuando los inviernos han dejado esporádicamente una buena cantidad de nieve en el territorio circundante, la fuerza del agua es capaz de romper y arrastrar el material rocoso que forma las cubetas lacustres de estas lagunas.